sábado, 5 de marzo de 2011

DOLIENTE Y DE OCCIDENTE, A JESÚS CAÍDO

A JESÚS CAÍDO  (Sonetos encadenados)

Oh cuerpo escarnecido, oh pura herida,
oh sangre de la sangre redentora,
quién pudiera salvarte de esta hora
tan triste de la cruz y la caída.

Tu alma, solitaria y abatida,
ante la inmolación, al Padre implora.
Tu cuerpo suda y reza, pide y llora
más nadie se hace cargo de tu vida.

A tu frente el dolor trenza un espino,
a tu cuerpo, la túnica granate.
A cumplir vas, mi Dios, con tu destino.

El mundo es mucho mundo, cruel su embate,
un calvario de penas, un camino
que ando sólo esperando tu rescate.



Hoy te vengo a rezar, Jesús caído,
ya mansa por la vida y por la muerte
y a tus pies me abandono. Vengo a verte
cargada del dolor que has permitido.

Aunque no entienda a Dios, Jesús, te pido
que nos libres del mal. Quiero quererte,
ser digna de tu amor, reconocerte
viendo cerca de tí cuanto he perdido.

Desde que era una niña sé quien eres
se lo poco que soy, lo casi nada:
he sufrido la cruz donde te mueres.

Te pido por la sangre derramada
por los hombres, Señor, por las mujeres,
por el pueblo que hoy tienes por morada.

A petición de mi amigo José Manuel de Molina para esta nueva imagencedida a los alahurios por Ceuta,  que pronto estará en la Capilla del Nuevo Cementerio de Alhaurín de la Torre.


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