sábado, 22 de octubre de 2011

DOLIENTE Y DE OCCIDENTE EN LA LLUVIA Y LA ESPERANZA

Hoy ha amanecido bajo un gris aguado. Un cielo de tormenta cumplía la esperada promesa de la lluvia. Podríamos decir que hoy es el primer día del otoño. La masa de nubes ha desembocado en aguacero necesario. Algunos rayos, llenando el paisaje de lumbraradas, y los mismos estruendos casi a compás -lo que dice que la tormenta estaba encima- nos han dejado un bisel de cristal en el paisaje: los verdes, verdísimos; las calles limpias, la tierra empapada, una tierra que estaba a punto de morir de sed; los olivos, agradecidos, redondean las esperadas aceitunas. Y yo he salido a mojarme, a recibir el caliz de agua que nos devuelve el milagro de la vida.

Ayer tuve el placer de recibir y compartir, clausurando la programación del segundo Salón de Otoño de las Bellas Artes, protagonismo con una poeta afincada en el pueblo desde hace muchos años, Josette Lèmery. Una mujer luchadora, una artista delicada que nos deleitó con sus versos. Hicimos al alimón un recital del que me siento satisfecha. Poemas y vivencias en un diálogo tremendamente sincero con los amigos presentes, pusieron un broche de lágrimas y risas al acto. Porque...cuando las almas hablan, sólo el silencio es nuestro aliado, la verdad y el corazón.

Hemos dado por concluído un capítulo cultural de Alhaurín de la Torre que sentará precedentes ya que hemos cobijado todas las ramas de las Bellas Artes en torno a nuestra exposición. Y todo bajo la grata sombra de Julián Sesmero, un ser extraordinario. En las semanas siguientes toca hacer balance del éxito y de las carencias de este evento. Hoy es absurdo porque hay que descansar y disfrutar del deber cumplido. Porque el que vino sabe lo que allí hemos hecho: lo imposible. ¿Quejas?...ninguna. Los funcionarios de Cultura, inmejorables; los socios de Pincel y Barro, compañeros donde los haya; el público asistente, amantes del arte en todas sus manifestaciones;  los medios de comunicación, casi todos nos han recogido en sus noticias; los políticos -y no todos-, como siempre, vinieron el primer día. Y los que no han asistido... se lo han perdido. Los que hemos estado cada día sabemos lo que allí ha pasado y en parte lo hemos recogido en nuestro blog http//pincelybarro04.blogspot.com para que el resto del mundo lo lea, lo vea, lo escuche y lo disfrute.

Hoy tocaba escribir. Tal vez este otoño sea mi otoño. Es el primero en el que la vida reaparece en la mía como un dulce milagro, como una promesa, en la generosidad del amor más puro: es el otoño en el que seré madre y abuela. Ya lo soy. Y es a este ser preciso y precioso que me derrama en  ternura a quien dedico mi trabajo. Porque la vida está llena de sorpresas, de dolores y de alegrías, pero qué placer sentir cómo transcurre a tu lado, cómo te marca la sonrisa o te unge el alma con sus lágrimas.  Por esto y porque ya es hora- saldrán a la luz dos libros: un poemario titulado “De Dios y de su falta” y un cancionero que, bajo el título “Cantes y silencios flamencos” recogerá una antología de mis letras flamencas.

Hoy, gracias a Dios y a una criatura tierna que me enseña su rostro bondadoso, gracias a la lluvia caída y al deber cumplido, me siento llena de esperanza. Bendito sea el otoño.

Desde El Garitón con una fuente limpia y un corazón desnudo, Mariví Verdú.

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