miércoles, 1 de agosto de 2012

DOLIENTE Y DE OCCIDENTE BUCEANDO EN EL MAR DE αγάπη


Desde el nacer al morir
está el amor entre medio
para hacernos de sufrir.
                                       
Cuando pienso sobre la palabra amor, palabra latina (amor, amoris) cuando intento buscar explicación  a este sentimiento del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y la unión con otro ser (así dice el diccionario en su primera acepción), cuando ahondo sobre el intenso sentimiento que nos atrae hacia otra persona recíprocamente, valoro tan hermosa e inexplicable situación porque nos aporta satisfacción, alegría de vivir y creatividad al mismo tiempo. Siento verdadera admiración por la clara “locura transitoria” que nos hace derrochar adrenalina tras una inundación de feromonas, inclinándonos y entregándonos a ese alguien sexuado con quien se comparte. Porque amar es compartir, es dulzura, suavidad, tacto..., es el nombre de la persona amada; es cuidado y deleite; es voluntad y consentimiento. Amor es caricia y apetito, no saciarte nunca de estar, tener, vivir, soñar con la persona amada.

Qué lento va el minutero

cuando te estoy esperando;
será que mucho te quiero,
será que te quiero tanto...

Tanto te quiero

que si me falta
tu amor, me muero. (Romera)

El amor puede ser también inalcanzable, platónico, un amor idealizado:


Vive en mi recuerdo preso

aquel amor que no fue
pareja, abrazo ni beso. (Soleá)

También puede existir sin ataduras, si nace libre puede vivir libre:


Pon cadenas al amor

verás lo pronto que salta
por el aire el corazón. (Tango)

El verdadero amor es sinónimo de abnegación, de dolor, de sacrificio y ofrenda.


Amor que no hace llorar

es porque le falta algo
o porque le sobrará. (Soleá)

Porque...


Amor, dolor y placer...

En el mismo sitio dan
el uno y el dos y el tres. (Soleá)


Casi todos usamos el compromiso de amor bendiciéndolo con un sacramento o dignificándolo con el  estado civil. Locuras locas. Poco tiene que ver el tema por lógico que quiera ser el planteamiento. 

Ante el altar me juraste

promesa de amor eterno;
palabras, sólo palabras
que lejos se llevó el viento. (Tiento)


El amor es cuidado diario, dedicación, transparencia, sueño y locura:

Tu ya sabes lo que pasa

cuando no riegas las flores,
lo mismo que al que se casa
y abandona los amores. (Verdial)


Y, si se hace, el amor es una maravilla.

El mejor amor es compartido, utópico, es el que todos los amantes pretenden, el que alcanza la vejez intacto y puro como nació, inexpugnable.
Pero el amor se va cuando lo queremos utilizar para cubrir carencias y se convierte en la tapadera de nuestras necesidades: deja de serlo. El amor implica libertad y respeto a la personalidad del otro. Lo contrario es egoismo.

Dios fue repartiendo amor

y corazones y penas;
a mí me dio un corazón
pa que de  pena muriera
porque a ti no te lo dió. (Fandango)


Aunque no es lo mismo egoismo que amor propio, un sentimiento nada criticable siempre que guarde límites. Lo peor es cuando queremos moldear a la otra persona  porque no nos gusten cosas de ella. Creo que a todos nos ha pasado en alguna etapa de la vida, por lo que acallamos la libertad de nuestra pareja. Si no nos gusta como es, no la amamos realmente. Y vienen las desconfianzas.

Bésame los labios

y dime que no,
que la gente inventa y son sólo míos
tus besos de amor. (Seguiriya)

Pero es el miedo y la inseguridad quien habla, es nuestro propio vacío. Con él no dejamos florecer al otro, con lo hermoso que es el que nos haga, nos regale, su sombra.


Regálame tu sonrisa,

tu mirada, tu silencio,
regálame madrugadas
donde no se mida el tiempo. (Colombiana)

Es entonces cuando aparecen los celos, la locura, la injustificable violencia o, en el mejor de los casos y por muy triste que sea, la indiferencia.


Una cosa te digo

mu recalcá:
que esta puerta, moreno,
no la abres más. (Liviana)


Y, aunque el deseo cuando nace el amor es que dure para siempre, la realidad nos dice que no es lo común. El amor se acaba. Y cuando llega la hora del final del amor... qué triste.

Siempre tendrá el corazón

dos dudas fundamentales:
¿de dónde vino el amor?,
¿dónde irá cuando se acabe? (Martinete)


El amor da tanto de sí como amplio es el uso de su palabra. Miradme a mí: hago las cosas  por amor al arte, sin recompensa, gratuita y generosamente. ¿Quién da más? Porque mi amor es como un árbol grande y tupido que cada día da albergue a nuevos corazones. Aquí tenéis la prueba. A corazón abierto.

Desde El Garitón, acabando Julio, con las chicharras a tope de volumen y la vida a tope de verano, de mil amores, hablándoos de amor.

PD. Inaugurando Agosto vengo a darme cuenta de que no había hablado del amor filial. Le dedico este estudio de amor y versos a mis hijos, dos grandes amantes, y, cómo no, a mis padres.


Mi padre me dijo

que se iba a morir,
que yo me quedara en paz y tranquila
que se iba feliz. (Seguiriya)

Como el amor de una madre

no existe nada en la vida,
que aguanta pena y desaire
callando, pa que la herida
no eche una gota de sangre. (Malagueña)

Ay, carne de mis carnes,

la que más duele,
hijo mío de mi sangre,
duérmete, duerme. (Nana)


Mariví Verdú



Todas las letras son propias y han sido premiadas en distintos certámenes flamencos y publicadas en libros y revistas especializadas.


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