domingo, 29 de septiembre de 2024

ANA FARGAS Y PACO JAVIER JIMENO en el Rincón del Cante de Las Castañetas, por Mariví Verdú

Hoy, sábado 28 de septiembre,  la Peña "Rincón del Cante" de Las Castañetas ha reanudado su actividad flamenca después de unas cortas vacaciones estivales y lo hemos hecho disfrutando de la extraordinaria visita de una pareja estelar: la cantaora Ana Fargas y el guitarrista Paco Javier Jimeno, dos profesionales que no solo son pareja artística sino sentimental y que han dado muestras de su compenetración  y sabiduría en una actuación entregada, magnífica, memorable. 

Presentados por Salvador Pendón que nos ha recordado la trayectoria de ambos artistas, los premios de Jimeno (los más prestigiosos que existen de guitarra) y la poca valoración que hacemos de lo nuestro, da comienzo la primera parte en la que nos han deleitado con malagueña y abandolaos, cantiñas de Cádiz con alegrías de Córdoba, caña y tangos, recordándonos a nuestro querido Lebrijano.

Uno de los muchos méritos de los socios que componen este rincón flamenco es el de saber escuchar y hoy ha dado muestras de ello.

En la segunda parte de la actuación disfrutamos una zambra, un solo de Jimeno que estuvo entregado y muy a gusto y a continuación volvió al escenario Ana interpretando unas preciosas peteneras, unos cantes por seguiriyas, la copla "Y sin embargo te quiero", de Quintero, León y Quiroga, con una personalizada versión que gustó muchísimo, para rematar por bulerías recordando a Camarón, a La Lola y a las de Utrera.

Y como no los dejábamos ir, nos regalaron una preciosa versión de "Como una ola", de Pablo Herrero y José Luis Armenteros, para acabar con tres fandangos que levantó, por tercera vez, a todo el público de sus asientos, roto en aplausos, satisfecho y agradecido.

Ha sido una tarde memorable, llena de aciertos y de flamencura y hemos disfrutado de lo lindo. Ha sido un verdadero placer tenerlos en nuestro querida peña.

Gracias, Ana y Paco, por vuestro talento artístico, gracias a Juan Moreno, Salvador Pendón y a toda la directiva por tan notable trabajo, a José María Moreno "Nene" por los riquísimos callos de su carnicería y a todos los socios y artistas que nos han acompañado esta tarde.

Me enorgullece pertenecer a este rincón tan flamenco y disfruto de la compañia de unos socios y amigos tan respetuosos, entendidos y cordiales. No siempre se siente una en su casa.

Cariñosamente, Mariví Verdú.


sábado, 28 de septiembre de 2024

SEPTIEMBRE. BALANCE Y PROMESAS, por Mariví Verdú

Hace demasiado tiempo que no aireo mi alma y la pelusa gris de la desidia ha acaparado tiempo y espacio dejándole una leve película de vejez y descuido que no me agrada, una sequedad de boca y de ilusiones que no me puedo permitir. Ultimamente mi corazón solo sale al sol para trabajar como un gañán, pero a disfrutar de la vida no sale tan a menudo como solía hacerlo, se ha aclimatado a estas cuatro paredes levantadas en el monte y tiene miedo de moverse, vaya a ser que le toque otra despedida . Porque es lo que lleva haciendo desde hace mucho tiempo: despedir a gente querida. Llevo años sintiendo este prolongado dolor en el pecho y se está haciendo crónico. Temo que no pueda recuperar mi conocida inclinación por la hermosura y la alegría de vivir. Escribir me ayuda a encontrar ese resquicio de luz que necesito.

Empecé el párrafo de arriba el día veinticuatro. Hoy sábado, cuatro días después, retomo este folio virtual con la intención de acabar de memorizar dónde ha ido un año de mi vida y los motivos que me han hecho contar menos cosas,  menos que no significa dejar de vivir.   Y como octubre está a la vuelta de la esquina y el balance anual deja marca de insatisfacción y tristeza, no estoy dispuesta a ver solo el lado negativo de la vida, no  tengo muchas ganas de ahondar en lo inevitable, en los profundos vacíos que me horadan el alma. He de decir, en honor a la verdad y después de un repaso a mi tiempo, que desde el pasado septiembre he vivido cuatro o cinco vidas y todo con una intensidad inusitada, esa que llevo gastando desde que tengo uso de razón y que no acaba, esa que es mi venero, mi llama viva.

Desde hace muchos años, tengo una agenda donde anoto, día a día, las cosas dignas de mención y recuerdo. Conservo una buena tanda de ellas, ya tengo setenta y un años y llevo escribiendo en ellas hace más de treinta años. En la actual, en la de 2024, anoté una frase con la que concluía la hoja del día 1 de enero que dice así: “Cada día necesito menos para ser feliz. Me basta una tarde con los míos.”

La agenda la compré el día 2 en Canillas de Albaidas, de camino a Árchez, la primera vez que visitaba esos dos pueblos. Fui con dos amigas, una nacida allí, y visitamos el Río Turvilla y la Fábrica de la Luz. En un jardín junto al río cogió una violeta salvaje mientras la otra cortaba una ramita de lavanda. Acabaron en mis manos y las guardo secas entre las hojas de enero. El día 3 estuve en el Parque Taralpe con mi nieto, con Dani, y me ayudó luego con la comida. Hicimos albóndigas y comimos juntos. Y el día 4 compré un roscón de Reyes para visitar a mi prima Nina y a su novio Fernando (85 y 92 años). Fui con mi prima Julia. Ya no están ni Julia ni Fernando, los despedimos este año, se fueron felices pero con pocas ganas. Hoy doy gracias por la presencia amable de Nina, la prima que vivía en la Avenida de los Guindos, la del pozo con enredaderas de rositas trepadoras y ventanas azules... Cogimos naranjas de su hermoso naranjo cartameño con las que preparé una ensaladilla malagueña y tres de ellas las dejé junto a foto de mi hijo Cheche, a la entrada de la casa, en una especie de ofrenda o yo qué sé... El día 7 me fui con mis compañeros de UMA al Juanar, hicimos senderismo y llegamos hasta el Mirador de Marbella. Vimos África mientras brindábamos con champán por la vida...


Y todo esto solo en la primera semana de enero. Podéis imaginar el resto. He preparado cuatro exposiciones de pintura, tengo un libro en imprenta, han salido otros tres en donde colaboro, he acabado dos encargos de retratos, he ampliado mi círculo de amigos con Julia Rosé,  Ezequiel Benítez, Paco León, Caracolillo de Cádiz, Jorge Muñoz, Elvira y Carmen Martín, Pablo Balsera, Paco Escobar, Hugo Cuche, Paco Paredes, Alexis Díaz Pimienta, Pedro Martos... Y a muchas personas más.

He remozado El Garitón y he sacado en luz cuatro plumarias, hijas de la de mi amigo Juani Soler, y he creado muchas cosas, desde el disfraz de Megara para mi sobrina nieta Emma, hasta las cajitas personalizadas adornadas con flores de almendro, las piedras pintadas y tantas labores que no soy capaz de enumerar. Además, he estado en muchos sitios y he vuelto a tantos otros: Archidona, Villanueva del Trabuco, Casarabonela, Villanueva de Tapia, Salar, Moguer, Palma de Mallorca, Ardales, Guardamar del Segura, Ronda, Carratraca, Talavera de la Reina, Madrid...

Pensándolo bien, solo tengo motivos para estar agradecida y satisfecha. Y sin embargo me pueden los vacíos, lo no hecho, lo no aprendido, el tiempo perdido en pensar en Las Batuecas... Pero hoy, acabando septiembre, juro solemnemente dejarme de ir y soltar el látigo con el que me fustigo, quererme más y estar satisfecha por los ocho kilos perdidos y orgullosa por tanto como he ganado en la batalla contra el tiempo.


Desde El Garitón, peleando con la yedra y los viejos jazmineros, ganando por la mano,
Mariví Verdú

domingo, 8 de septiembre de 2024

CONSTERNACIÓN Y TRISTEZA POR LA MUERTE DE EDUARDO BANDERA, por Mariví Verdú

Ha llovido esta tarde y esta noche. Hoy, día 7 de septiembre, víspera del día de la Victoria, nos han arrebatado a Eduardo Bandera. No quiero ni pensar cómo estará toda su familia, su mujer y sus hijos, sus hermanos y particularmente su padre, Juan Sánchez Trujillo "Niño de Bonela" que con sus noventa y dos años se enfrenta al golpe más duro que sufrir se pueda en este mundo. 



No he podido pegar ojo, ni con tila ni respirando profundamente: con nada. He querido ver fotos suyas, buscar su rastro en mi recuerdo y en en esta caja repleta de memoria que existe en mi ordenador. Y han salido tantas cosas: fotos, archivos, revistas, mensajes, correos...muchos años de relación con la Familia Bonela, con su madre Paquita y con todos ellos. He buscado en la revista Calle del Agua aquella saga de los Bonela que les dedicamos a la familia Sánchez Bandera y que por error de imprenta atribuyeron la autoría de mi entrevista a qien había sido artífice de la anterior,  dedicada a su padre. Pero no me importa quien lo firme, sé que fuí yo y me importa que en vida le di una grandísima alegría dedicándole siete páginas preciosas de biografía, de alegría, logros y proyectos...

 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Había mucho que añadir a estas páginas. Eduardo estaba lleno de vida y su carrera profesional ha sido próspera, tsnto como la felicidad con su familia. Habría tantas cosas que añadir...

No tengo ganas de hablar ni de pensar más. Me gustaría dormir un rato y despertar dos días antes por malos que han sido los de esta última semana o mejor dieciocho años atrás, tres meses y una semana y que todo volviera a como estaba entonces, con dos sonrisas muy queridas cerca, vivas, en este mundo. 

Ayer, feliz como venía del querido pueblo de Almáchar, celebrando como miles de personas su 54 Fiesta del Ajoblanco, me encuentro al entrar en Facebook con la triste noticia que me llegó como un mazazo en mitad del pecho. Adiós a mi querido Eduardo Bandera. Me estoy planteando dejar las redes sociales, los bog y todo lo que tenga que ver con esta forma de recibir noticias, tan impersonales y a la vez tan directas que te dejan en un estado que antes no se vivía tan de sopetón, tan en frío, con la duda de tan cruel realidad y a la vez con la cotidiana normalidad a la que nos estamos habituando. Entended que no se puede vivir trivializando cosas tan grandes. Estoy muy  dolorida con la muerte que hoy me motiva a escribir en este blog, pero cada día me gusta menos hacerlo porque se está conviertiendo en un obituario. Son tantas las pérdidas que me cuesta levantar cabeza. Mi vida está llena de vacíos imposibles de llenar con nada de este mundo. 

Estaré fuera algún tiempo, fuera de todo lo que me deje tan triste y exhausta como me encuentro hoy.




Desde este Garitón que ando remozando, algo que quisiera hacer también con mi corazón, me despido con estas fotos tomadas el 26 de enero de 2010 en esta casa, en estos arcos y en compañía de Eduardo que ya descansa en paz.

Con cariño y mucha tristeza, Mariví Verdú

LOS CHAPARRO EN LA PEÑA DE LOS VERDIALES, por Mariví Verdú

Ayer, primer día de marzo, invitada por el presidente de la Peña de los Verdiales Juan Manuel Ruiz Sánchez, tuve el honor de compartir mesa...