domingo, 8 de septiembre de 2024

CONSTERNACIÓN Y TRISTEZA POR LA MUERTE DE EDUARDO BANDERA, por Mariví Verdú

Ha llovido esta tarde y esta noche. Hoy, día 7 de septiembre, víspera del día de la Victoria, nos han arrebatado a Eduardo Bandera. No quiero ni pensar cómo estará toda su familia, su mujer y sus hijos, sus hermanos y particularmente su padre, Juan Sánchez Trujillo "Niño de Bonela" que con sus noventa y dos años se enfrenta al golpe más duro que sufrir se pueda en este mundo. 



No he podido pegar ojo, ni con tila ni respirando profundamente: con nada. He querido ver fotos suyas, buscar su rastro en mi recuerdo y en en esta caja repleta de memoria que existe en mi ordenador. Y han salido tantas cosas: fotos, archivos, revistas, mensajes, correos...muchos años de relación con la Familia Bonela, con su madre Paquita y con todos ellos. He buscado en la revista Calle del Agua aquella saga de los Bonela que les dedicamos a la familia Sánchez Bandera y que por error de imprenta atribuyeron la autoría de mi entrevista a qien había sido artífice de la anterior,  dedicada a su padre. Pero no me importa quien lo firme, sé que fuí yo y me importa que en vida le di una grandísima alegría dedicándole siete páginas preciosas de biografía, de alegría, logros y proyectos...

 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Había mucho que añadir a estas páginas. Eduardo estaba lleno de vida y su carrera profesional ha sido próspera, tsnto como la felicidad con su familia. Habría tantas cosas que añadir...

No tengo ganas de hablar ni de pensar más. Me gustaría dormir un rato y despertar dos días antes por malos que han sido los de esta última semana o mejor dieciocho años atrás, tres meses y una semana y que todo volviera a como estaba entonces, con dos sonrisas muy queridas cerca, vivas, en este mundo. 

Ayer, feliz como venía del querido pueblo de Almáchar, celebrando como miles de personas su 54 Fiesta del Ajoblanco, me encuentro al entrar en Facebook con la triste noticia que me llegó como un mazazo en mitad del pecho. Adiós a mi querido Eduardo Bandera. Me estoy planteando dejar las redes sociales, los bog y todo lo que tenga que ver con esta forma de recibir noticias, tan impersonales y a la vez tan directas que te dejan en un estado que antes no se vivía tan de sopetón, tan en frío, con la duda de tan cruel realidad y a la vez con la cotidiana normalidad a la que nos estamos habituando. Entended que no se puede vivir trivializando cosas tan grandes. Estoy muy  dolorida con la muerte que hoy me motiva a escribir en este blog, pero cada día me gusta menos hacerlo porque se está conviertiendo en un obituario. Son tantas las pérdidas que me cuesta levantar cabeza. Mi vida está llena de vacíos imposibles de llenar con nada de este mundo. 

Estaré fuera algún tiempo, fuera de todo lo que me deje tan triste y exhausta como me encuentro hoy.




Desde este Garitón que ando remozando, algo que quisiera hacer también con mi corazón, me despido con estas fotos tomadas el 26 de enero de 2010 en esta casa, en estos arcos y en compañía de Eduardo que ya descansa en paz.

Con cariño y mucha tristeza, Mariví Verdú

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CONSTERNACIÓN Y TRISTEZA POR LA MUERTE DE EDUARDO BANDERA, por Mariví Verdú

Ha llovido esta tarde y esta noche. Hoy, día 7 de septiembre, víspera del día de la Victoria, nos han arrebatado a Eduardo Bandera. No quier...