lunes, 8 de agosto de 2011

UN ÁRBOL POR AGUSTÍN

UN ÁRBOL POR AGUSTÍN

Te hemos llorado Agustín
como si un padre tú fueras,
que la gente verdialera
huérfana quedó sin ti,
La Fiesta triste se queda.
 








El pasado sábado, día 6 de Agosto de 2011, los familiares y amigos de Agustín Jiménez Martín acompañaron sus restos a la Ermita de Verdiales, la de la Virgen de los Dolores, y todos emocionados rendimos homenaje a quien tanto nos quiso. Los fiesteros cantaron coplas en su honor, tocaron y bailaron impregnando la fiesta de una inusitada tristeza. La mayoría de los presentes hablaban en pequeños grupos de cosas trascendentales o cotidianas, otros meditaban y callaban, otros lloraban en silencio...
Los verdiales tendrán
un ángel en sus banderas,
que Agustín siempre estará
en la blanca y verdadera
bandera de la amistad.

Los violines tocaron para él y se plantó un árbol en su honor. Sus hermanos Rafael, Adolfo, José María y Vicente, todos menores que Agustín y sus familias respectivas; su padre y su esposa Mari Ángeles, a quien me niego a llamar viuda, estaban emocionados y seguían apiñados ante  pérdida tan grande, mostrando su extraordinario cariño y una entereza ejemplar.

Su cariño y su bondad
han obrado maravillas,
que lo que vino a sembrar,
era tan buena semilla
y el campo tan de verdad...

Quiero realzar el comportamiento de Mari Ángeles porque me parece admirable, generosa y atenta con los fiesteros y los amigos de Agustín, seguidora de sus pasos siempre, hoy coge el testigo continuando lo que un día creara Agustín: respeto  y compañerismo en la Fiesta.

Por lo que voy a decir
la Fiesta está donde está:
porque es gente sin igual,
porque ha existido Agustín...
después por to lo demás.

La vida la consagró
a su gente verdialera,
y a aquella novia primera
que en aquel tren se encontró,
que eligió por compañera.

Marí Ángeles se llama
de La Fiesta es protectora,
los verdialeros la adoran,
y mi copla la reclama
pa que s’eche un baile ahora.

Allí estaban los componentes de las Pandas I del Puerto, Jotrón y Lomillas, Isabel Portillo, San Lorenzo del Valle de Abdalajís, Baños del Carmen y la Panda de Santa Catalina que ofreció letras hechas en memoria de Agustín. Había muchos alcaldes de otraspandas, amigos y compañeros que acudieron a este acto familiar e íntimo con respeto y cariño. Yo acudí con mi buen amigo Manolo reina, alcalde de la Panda de Teatinos, y con su mujer, mi amiga del alma Ana Mari Olmedo. Y como no sé cantar, pues me dediqué a pensar y a vivir el momento. Y le escribí estas letrillas que no supe poner en mi boca y hoy quiero dejar en el aire, por si las quieren cantar los que saben de verdad hacerlas coplas. Y esto es, en pocas coplillas, lo que mi corazón tiene que darle, además de mi abrazo más entrañable.

Tú nunca te morirás
que en el recuerdo te quedas,
que la gente verdialera
en el pecho llevará
tu nombre como bandera.

* A la vuelta nos paramos bajo un algarrobo, muy cerca del Pantano de Casasola, y comimos a su sombra. Chicharras y silencios, alternando con el calor y la grata compañía de Manolo y Ana Mari, suavizaron un día de luto y de esperanza. Gracias, amigos.

 

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