Por el este dorado, cargado de naranjas, llega el sol cuando quiere y así desde lo eterno. Sigue un orden perfecto, distinto cada día e igual a su principio. Así vamos naciendo, viviendo en este mundo, a su compás medido. Y un año más regresan las espinas, los clavos, las amarras, las llagas y la herida profunda del costado de Cristo. Y los campos se cuajan de verde y campanillas y se llenan de vida los viejos pedregales. Este año ha llovido y el agua multiplica la vida y sus bondades. Y un año más, el hombre, el gran privilegiado con lágrimas y palabras, espera ese milagro de la resurrección. Da igual el ser cristiano o ser del agnus dei, quitolis peccata mundis es de todos los hombres. Desde allá de los tiempos el hombre espera a Dios sentadito a su puerta.
Con el deseo de que cada cual viva la Semana Santa a su gusto, hasta el Lunes de Gloria.Mariví Verdú
*Málaga, 15 de Abril de 1954. En la fotos, Agustín y María Luque, Tony Blanco, Isabel López Rueda y Manuel Luque, mi familia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario