Cierto día, alguien entró a un singular local que se llamaba "La Tienda del Cielo". Al entrar vió con gran asombro que aquel lugar era atendido por ángeles y que en los anaqueles se encontraban expuestos unos elegantes recipientes de cristal.
El visitante prosiguió su recorrido y después de pensar un poco, hizo un inventario de lo que consideró eran sus propias virtudes y de esta forma descubrió sus carencias.


Se dio cuenta que estas últimas eran muchas y aprovechando que estaba ahí procedió a hacer su pedido; decidió llevar "Oración" -pues hacia tiempo la suya era muy pobre-, llevaría también "Humildad" -que ya desde ese momento, estaba haciendo su efecto-, agregó a su pedido un poco de "Caridad" y por último llevaría "Consejo", aunque al final recapacitó y lo cambió por "Prudencia".
Finalmente, nuestro personaje se dirige a la caja con la intención de pagar su compra, y nuestra historia, en esta ocasión tendrá dos finales.
El primer final dice así:
Al llegar a la caja, nuestro personaje le pregunta al ángel que la atiende: "Todo esto es lo que me hace falta, ¿cuánto tengo que pagar?", y el ángel, dirigiéndole una tierna mirada, le responde: "No es nada, todo esto que lleva ya está pagado; al morir en la cruz, Jesús mismo lo ha pagado por ti".
El segundo, no menos bello además de ilustrativo, es:

Momentos después, el ángel regresa con un diminuto paquete que coloca sobre el mostrador. Nuestro personaje sorprendido le pregunta: "¿Eso es todo? Pero si he pedido varias cosas, algunas de ellas bastante importantes, yo imaginaba que me llevaría un gran paquete". A lo que el ángel, dirigiéndole una tierna mirada, le responde: "Efectivamente, en este pequeño paquete se encuentra todo lo que ha pedido, lo que sucede es que aquí todos los dones se dan en semilla, se colocan en el corazón y con el tiempo, después de regarlos y cultivarlos es cuando darán su fruto".
¿Con cúal te quedas? Esperamos vuestros comentarios.
Las fotos son mías, realizadas en pueblecitos de Salamanca algunas y la figura es del Belén de croché de mi madre, una artista, una persona única que echo cada día más de menos.
Las fotos son mías, realizadas en pueblecitos de Salamanca algunas y la figura es del Belén de croché de mi madre, una artista, una persona única que echo cada día más de menos.
Maravilloso artículo copiado del blog